Te contamos si realmente la nueva generación de telefonía es conveniente para todos los usuarios
Cuando a mediados de año Vodafone anunciaba a los cuatro vientos que lanzaba la telefonía LTE –o 4G, de cuarta generación– en nuestro país, la noticia fue todo un impacto en la mayoría de usuarios. Si bien es cierto que ya había rumores sobre la inminente irrupción de esta nueva tecnología de comunicación, nada se sabía oficialmente. Pero estos rumores acertaron, y el 29 de mayo la compañía de origen británico ponía en marcha la tan ansiada red 4G.
Como no podía ser de otra forma, nos lanzamos a probar esas nuevas velocidades de vértigo, y descubrimos unas tasas de transferencia tan altas que hay que plantearse si compensa tener 4G en el móvil. La cantidad de datos que tenemos contratada en nuestros smartphones no es ilimitada. Da igual si uno está en Vodafone, en Movistar, Orange, Yoigo o cualquier otra. Lo habitual es tener contratado 1 Gb. de tráfico de datos, más que suficiente para la mayoría de usuarios. El problema está en que al tener una mayor velocidad, se hace un uso más intensivo del smartphone, con lo que esos datos contratados se gastan más rápido.
Para entenderlo mejor, pensemos en un coche. Con un depósito lleno podremos hacer un número limitado de kilómetros si circulamos a una velocidad baja. Si aumentamos esa velocidad, el número de kilómetros que podremos hacer es muy inferior.
Con la red 4G pasa lo mismo. Esa brutal tasa de transferencia que de repente tenemos nos lleva a ´pisar el acelerador´ de nuestro smartphone, ysin darnos cuenta, nuestro giga de datos se esfuma. Eso no significa que el 4G no sea bueno. Al contrario. Poder disponer de transferencias de datos que dejan en ridículo a la mayoría de líneas ADSL del mercado es fantástico, pero hay que ser cuidadoso.
A lo largo del verano pudimos probar la red 4G de Vodafone en cuatro ciudades españolas –Madrid, Barcelona, Bilbao y Palma de Mallorca– obteniendo el mismo y sorprendente resultado: la velocidad es simplemente estratosférica. Impresionante. Pero esa misma velocidad nos hizo que gastáramos 10 Gb. de datos en 43 días.
En conclusión, 4G sí. Por supuesto. Pero debemos analizar si nos hace falta. Los usuarios menos intensivos de la red de datos disfrutarán de una experiencia única utilizando sus terminales 4G. Es como pasar a una nueva dimensión. Nada que ver con el 3G. Los usuarios más activos disfrutarán igual, pero tendrán que ser cuidadosos ya que corren el peligro de quedarse sin datos en cuestión de días. Y la velocidad baja tanto que casi estás parado.