Almacenar las contraseñas en nuestro navegador habitual resulta muy útil, ya que de esta forma no tenemos que introducir nuestro nombre de usuario/contraseña constantemente en los servicios que frecuentamos en Internet (correo electrónico, redes sociales, juegos online, etc.), especialmente si las contraseñas que utilizamos son difíciles de recordar. Sin embargo, esta práctica, puede ser muy peligrosa si compartimos el ordenador o portátil con otros usuarios ya que por ejemplo, el navegador Chrome no protege las contraseñas almacenadas en él, de tal forma, que cualquier usuario podría acceder a ellas.
Artículo publicado en el Boletín Informativo de 18 de Octubre de 2013 de INTECO