martes, 22 de octubre de 2013

Internet, una salvación solo parcial para la prensa

Los analistas advierten de que si no se adquiere el hábito de leer medios impresos de joven, el entorno digital dificulta hacerlo más adelante

Todo indica que la tendencia negativa en el consumo de noticias a lo largo de la última década se mantendrá durante unos cuantos años. Al menos, en lo que se refiere a la información difundida mediante soportes clásicos. La voz de alerta procede del prestigioso Instituto Poynter, una escuela de periodismo emplazada en Florida (Estados Unidos), desde la que solo se señala una excepción: internet.
Hoy por hoy, ni siquiera el incremento en la lectura de diarios en los dispositivos móviles está contrarrestando el descenso en los periódicos impresos. Cada grupo de edad dedica menos tiempo a la actualidad que el colectivo inmediatamente anterior, es decir, los mayores, pero más que el que le sucede, o sea, los menores. Además, la interpretación que llevan a cabo los analistas de Poynter a partir de los datos que les sirve el Pew Research Center es que si no se asume este hábito de joven, más adelante cuesta mucho adquirirlo.
Quienes ahora tienen entre 67 y 84 años invierten en ver, escuchar o leer contenidos informativos 84 minutos al día; la franja que va de los 48 a los 66 años, 77 minutos; la duración se reduce hasta 66 minutos para aquellos cuyas edades están comprendidas entre 33 y 47; y se rebaja a 46 minutos para los ciudadanos de 18 a 32. El hecho de que estos dos últimos valores permanezcan estables temporada tras temporada invita a los expertos a concluir que es muy difícil que se despierte el interés por las noticias al madurar. Más bien lo contrario.
El volumen de jóvenes y adultos de hasta 47 años que se asoman a la actualidad a través de smartphones, tabletas y aparatos similares oscila entre el 6% y el 8%. Prefieren las redes sociales. Una cuarta parte de ellos así lo admite, aunque solo el 35% de este conjunto acaba buscando las noticias originales que nutren páginas como Facebook o Twitter. Lo que sí ha aumentado, y mucho, es la proporción que consulta cibermedios: del 30% en 2004 al 50% en el ejercicio pasado.

La radio, sin llegar nunca a ocupar la posición privilegiada de antaño, sigue disfrutando de una cierta estabilidad. Sin embargo, a la televisión le ocurre lo mismo que a la prensa: pierde terreno. De modo que las empresas periodísticas están depositando parte de sus esperanzas en el público digital. Con el resto de sus expectativas, según apuntan en el Instituto Poynter, aun no saben qué hacer, porque la mayoría de los editores son conscientes de que a corto o medio plazo no van a recuperar sus viejas grandes audiencias.


Introducción   En la era digital, las redes sociales se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de las personas, especialm...