Que una idea sea buena no basta para que ésta salga de “limbo”. Para convertirse en realidad, es necesario que el autor de la idea sea capaz de convencer a los demás de ejecutarla. ¿Tiene una gran idea que depende de otras personas para ponerse en práctica y sus armas de persuasión están en horas bajas? Inc. le propone a continuación 4 razones contundentes para justificar esa gran idea que tiene entre manos:
1. Eche mano de la razón y haga hincapié en los números
Antes de presentar su idea ante los demás, tómese la molestia de respaldarla con algunas cifras que demuestren por qué merece la pena ejecutarla y por qué es mejor que otras alternativas.
Antes de presentar su idea ante los demás, tómese la molestia de respaldarla con algunas cifras que demuestren por qué merece la pena ejecutarla y por qué es mejor que otras alternativas.
2. “Todo el mundo lo está haciendo”
Echar mano de esta frase puede parecer a priori muy simplista, pero es una justificación sensata cuando no tenemos tiempo ni recursos de experimentar con otras alternativas...
Echar mano de esta frase puede parecer a priori muy simplista, pero es una justificación sensata cuando no tenemos tiempo ni recursos de experimentar con otras alternativas...
3. “Estamos obligados a hacerlo”
A veces la legislación se pone de nuestra parte a la hora de dar a nuestra idea el “empujoncito” que necesita..
A veces la legislación se pone de nuestra parte a la hora de dar a nuestra idea el “empujoncito” que necesita..
4. “La gente espera que lo hagamos”
Cuando echamos mano de esta frase, estamos sugiriendo en realidad a los demás que si no implementan la idea, perderán ventajas competitivas con respecto a sus rivales en el mercado...
Cuando echamos mano de esta frase, estamos sugiriendo en realidad a los demás que si no implementan la idea, perderán ventajas competitivas con respecto a sus rivales en el mercado...